Cuidado con Ellas...
A veces, ya cansado de agotadores días de vanos intentos de encontrar, un minúsculo momento de paz interior, una ráfaga de aire fresco que me desintoxique de fríos sudores o una palabra que en su tono esté desprovista de ira, sueño que camino por la ribera de un río, cuajada de rojas amapolas y mariposas de colores y... casi puedo oírlas entre el rumor de las turquesas aguas... pero suena el repetitivo tono de un whatsApp...
Cuánto me tienta irme a dormir, para ser poseído por un sueño que me desembarace del tedio y la angustia de los días, y que sea un sueño que perdure por lo menos hasta que despierte, y si no, despertarme a medio y seguir soñando despierto con la música de los vientos y los colores de mi mar levantino, para que la imaginación siga sintiéndose cómoda, arropada por mi alma, y otro nuevo sueño, me permita dormir, y soñar lo que ya no sé soñar y dormir lo que ya no sé dormir, cuando duermo.
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