La Razón de la Creatividad...
Salvador Dalí, nacido en Figueras el 11 de mayo de 1904, fue principalmente un pintor y escultor, vinculado a distintos estilos artísticos, sobre todo el dadaísmo y surrealismo, siendo de este último su máximo representante y el más destacado de sus íconos. Se relacionó con García Lorca, Picasso, Luis Buñuel, Tristan Tzara, Man Ray, Alfred Hitchcock, Walt Disney, entre otros grandes artistas. Mundialmente conocidos, sus trabajos se encuentran distribuidos por todo el mundo, existiendo diversos museos que toman su nombre, como el Salvador Dalí Museum de San Petersburgo en Florida (EEUU).
Fue un personaje lleno de excentricidades que lo configuraron universalmente por su porte dandy y su característico bigote, al estilo de su adorado Velázquez. Su obra representa, según mi opinión, el mundo onírico que siempre tuvo presente y, que mostró al mundo entero en el decorado que construyó en 1945, para la película de Alfred Hitchcock «Recuerda».
Anteriormente y en colaboración con su amigo Luis Buñuel, escribe el guión de dos películas que forman parte del fondo cinematográfico universal: «Un chien andalou (Un perro andaluz. 1929)» y «L'Age d'Or (La edad de oro.1930)», en las que además diseña los escenarios. Resaltar que en la última, aparece acreditado como actor el no menos célebre artista del surrealismo Max Ernst. Ambas películas, no están sujetas a vanguardias algunas, de las que se apartan radicalmente según expresan públicamente sus autores. No obstante haber colaborado y ser amigos, Dalí se sintió traicionado por Buñuel, que llevó «La edad de oro» a extremos de un radical anticlericalismo que la situó en el ojo del huracán, y provocaron graves disturbios durante el acto y tras de él, con rotura de libros y lienzos de Dalí y otros artistas, que habían sido preparados para su exhibición al terminar la proyección. Esto, provocó una ruptura, que en palabras del propio Dalí, lo amargó durante años y de la que solía hablar poco.
Antes, tuvo que soportar otro desencuentro emocional, en compañía del propio Buñuel, del poeta García Lorca, con motivo de la publicación por parte de este de su «Romancero gitano», hoy valorado como una de sus obras cumbres.
La rotura de este trío de grandes artistas, inseparables hasta los momentos previos a la concepción de esta película, fue algo insólito por la complicidad demostrada en sus comportamientos y planteamientos artísticos, fundiendo muchas veces cine, literatura y pintura. En cuanto a Dalí, creador y defensor a ultranza del personaje de «Dalí», o mejor dicho de la marca ─Dalí─, se erigió por voluntad propia en el máximo representante del surrealismo, aunque esto no fuera compartido por otros eminentes artistas, como por ejemplo, su gran detractor André Breton.
Mas en aquellos años de convulsa historia, y cambios sociales, las artes sufrían una remodelación constante, pero el paso del tiempo iba preparando, allanando los matices que permitirían que dos movimientos importantes como fueron «fauvismo» y «dadaísmo», declinaran al final en favor del «surrealismo»; no fueron absorbidos por él, pero sí se diluyeron en sus conceptos.
Dalí que había contactado con los máximos representantes de Dadá, Tzara, Arp y Hausmann, entre otros, aspiraba su esencia, pero en clara trashumancia a una versión más personal e íntima que le permitiera expresar una experiencia mas reflexiva, más centrada en cautivar al espectador, para sacar de él su caudal humanizante, su interrogante vital, para ser consciente de su posición en el universo.
Este es el surrealismo daliniano que muchas veces Dalí, nos ha ofrecido en su obra obtenida de figuras naturales, como rocas de playas gerundenses, o de los montes cercanos, o una inferencia deliberada de elementos, para invocar un conjunto distinto ─la pintura dedicada a Mae West (por ejemplo)─, o un trazo más formal para traernos su pintura sacra. Sea como fuere, aunque a veces, distinguir entre un estilo y otro, sea complicado hasta para los expertos, existe un hálito, una seña de identidad, en los trazos, empleo del color, plasmación de la luz, que definen como una firma invisible, la autoría de las obras de cada artista y, este quizá, sea uno de los más bellos misterios del arte, el más celosamente guardado... ¿no cree usted?
En todo caso, trazo, color y luz, no es un patrimonio exclusivo de Rembrandt, Velázquez, El Greco, Klimt, Ernst, Chirico o Dalí...
Mi lista de sus siete mejores obras
Salvador Felipe Jacinto Dalí i Domènech,1 marqués de Dalí de Púbol (Figueras, 11 de mayo de 1904-Figueras, 23 de enero de 1989) fue un pintor, escultor, grabador, escenógrafo y escritor español del siglo XX. Se le considera uno de los máximos representantes del surrealismo. Salvador Dalí es conocido por sus impactantes y oníricas imágenes surrealistas. Sus habilidades pictóricas se suelen atribuir a la influencia y admiración por el arte renacentista. También fue un experto dibujante.23 Los recursos plásticos dalinianos también abordaron el cine, la escultura y la fotografía, lo cual le condujo a numerosas colaboraciones con otros artistas audiovisuales. Tuvo la capacidad de acrisolar un estilo genuinamente personal y palpable al primer contacto, que en realidad era muy ecléctico y que «succionó» de innovaciones ajenas. Una de sus pinturas más célebres es La persistencia de la memoria (también conocida como Los relojes blandos), realizada en 1931. Como artista extremadamente imaginativo, manifestó una notable tendencia al narcisismo y la megalomanía, cuyo objetivo era atraer la atención pública. Esta conducta irritaba a quienes apreciaban su arte y justificaba a sus críticos, los cuales rechazaban sus conductas excéntricas como un reclamo publicitario ocasionalmente más llamativo que su producción artística.4 Dalí atribuía su «amor por todo lo que es dorado y resulta excesivo, su pasión por el lujo y su amor por la moda oriental» a un autoproclamado «linaje arábigo»,5 que remontaba sus raíces a los tiempos de la dominación árabe de la península ibérica. (Wikipedia)
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