MIS LIBROS

SOLO lágrimas

lloraba el rey de piedra, ante

los vacíos días que lánguidamente 

los ocasos diluían en la pócima del olvido,

sin sentir un estremecimiento, una 

convulsión del ánimo, que le hiciera

ver entre las hojas que caen,

que otras piedras sustentan muros,

yerguen torres acicaladas de campanas,

coronan almenas, donde una durmiente princesa,

espera el beso de una lágrima de amor,

para transformar la piedra

en amorosa palabra, en 

la dulce silueta de un atardecer.